El Consejo de Ministros aprobaba hace doce años –el 28 de octubre de 2011- el Plan Director para la Recuperación del Patrimonio Cultural de Lorca tras los terremotos. La Comisión Mixta de seguimiento del Plan Director celebraba este viernes su vigésimo cuarta edición en la que “abordaba el estado final de ejecución de las actuaciones del Plan Director, la situación del Proyecto de Interés Regional para la recuperación del casco histórico de Lorca y, como último punto, el cierre y disolución de la Comisión Mixta de Control y Seguimiento”, afirmaba el alcalde, Fulgencio Gil Jódar, junto a la consejera de Cultura, Juventud y Turismo, Carmen Conesa, y el obispo de la Diócesis de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes.
El Plan Director, recordaba Gil Jódar, fue promovido por el Ministerio de Cultura tras el terremoto de mayo de 2011, “como herramienta de coordinación entre el Instituto de Patrimonio Cultural, la Dirección General de Bienes Culturales de la Región de Murcia, el Ayuntamiento de Lorca y el Obispado de Cartagena”.
El documento “reflejaba el grado de afección de los bienes culturales mediante fichas individualizadas, cuantificaba las inversiones necesarias y reflejaba un programa de actuación para su recuperación, priorizando la rehabilitación según su grado de catalogación y su repercusión en la sociedad lorquina”, explicaba.
Y añadía que para su desarrollo “se creó una Comisión de Control y seguimiento que ha coordinado las inversiones de recuperación del patrimonio cultural durante los últimos doce años, con una gestión que ha tenido repercusión internacional, al ser el seísmo de Lorca una catástrofe natural en un contexto donde el terremoto de L-Áquila de 2009 supuso un precedente inmediato en la gestión de restauración de los bienes culturales de la Unión Europea”.
Los de México, de 2017, también proporcionaban otro modelo de gestión en un país con devastadores eventos sísmicos en su historia. “Del análisis, comparado, se obtuvieron conclusiones para las futuras actuaciones de gestión para la recuperación del patrimonio cultural tras un terremoto”, significaba.
La consejera de Turismo, Cultura y Juventud destacaba “la relevancia de la alta inversión realizada, pero también un trabajo que no sólo ha recuperado el patrimonio cultural dañado, sino que lo ha devuelto a un estado que supera con creces al que ofrecía antes de los terremotos, con lo que se puede afirmar que con esta apuesta firme del Gobierno regional, de la mano del resto de las administraciones y de toda Lorca, se ha revalorizado la ‘Lorca monumental’”.
El 11 de mayo de 2011 se producían dos terremotos. Uno, de 5,2 grados, precedido de otro de 4,6 grados, considerado como evento precursor. Fue el segundo el que provocaba daños severos en el patrimonio cultural “con el colapso parcial de elementos estructurales”, contaba Gil Jódar.
Las actuaciones de emergencia fueron gestionadas de forma coordinada por el Instituto de Patrimonio Cultural de España, del Ministerio de Cultura; la Dirección General de Bienes Culturales de la Región de Murcia; el Ayuntamiento de Lorca; y el Obispado de Cartagena, “inspeccionando, apeando y consolidando las estructuras afectadas, mientras se elabora el Plan Director, un documento que debía fijar los objetivos y establecer estrategias concretando los programas de actuación”, agregaba el alcalde.
Se planteó la recuperación de 75 bienes inmuebles en cinco años con una inversión de algo más de 51 millones de euros. En 2013, la Comunidad Autónoma, conseguía financiación externa para el proyecto de reconstrucción de Lorca del Banco Europeo de Inversiones, BEI, a través del Instituto de Crédito y Finanzas de la Región de Murcia, ICREF. Se suscribía un préstamo de 185 millones de euros destinado a la reconstrucción de Lorca en un plazo de 15 años, asignando al Plan Director casi 24 millones de euros.
En la novena reunión de la Comisión de Seguimiento del Plan Director se ampliaba éste aumentando su cuantía hasta más de 60 millones de euros, creciendo la cifra de bienes culturales inmuebles recuperados. Incorporándose también bienes muebles del Palacio de Guevara y una imagen del antiguo convento de San Francisco.
“La Comisión de Seguimiento, que este viernes llegaba a su fin, se ha reunido de forma ordinaria en 23 ocasiones. Y de forma extraordinaria, mantuvo una reunión con miembros del Consejo de Europa en julio de 2012”, indicaba, para anunciar que “las restauraciones de los bienes muebles se encuentran acabadas y en los inmuebles BIC ya han concluido prácticamente la totalidad de las actuaciones, a excepción de la iglesia de San Juan”.
Y significaba que no solo se han recuperado los monumentos, sino que en el desarrollo del plan se han realizado actuaciones arqueológicas que han puesto en valor los hallazgos producidos. “Entre los más significativos, la recuperación de los arcos islámicos en el subsuelo de la iglesia de la Virgen de las Huertas. Y la restauración de las pinturas murales ocultas surgidas durante las obras en la antigua colegiata de San Patricio”.
Reiteraba que el proceso de recuperación del patrimonio cultural de la ciudad “ha sido innovador al carecer de antecedentes similares tras una catástrofe en bienes culturales. Se ha recuperado la práctica totalidad del patrimonio cultural dañado”. Y no olvidaba “la coordinación entre instituciones que ha sido extraordinaria”.
La ciudad está inmersa en un nuevo Plan Director para la recuperación y regeneración del recinto histórico de la ciudad. “El proyecto prevé un impacto directo en el Producto Interior Bruto regional y el mercado de trabajo gracias a los 31 millones de inversión prevista hasta 2030. Inducirá otra inversión añadida de 168 millones, lo que supondrá la creación de hasta 1.600 nuevos puestos de trabajo y la rehabilitación de 800 viviendas, la puesta en valor de 17 edificios históricos y la ampliación de la oferta hotelera con 130 nuevas plazas”, enumeraba.
La última aportación, recordaba, se hacía hace apenas unos días con el plan ‘Resurgir de la vieja ciudad’, “que contempla la reedificación forzosa de un centenar de solares vacíos en el casco antiguo que permitirán levantar casi 400 viviendas. Y que prevé que en poco más de un año veamos las primeras grúas que promuevan su reconstrucción”.
Por último, aseguraba que “vamos a ser tajantes. Lo decía durante la presentación del plan para la reedificación forzosa y ayer lo planteábamos dando un ultimátum al ‘Banco malo’ para que ejecute las obras necesarias que permitan reabrir la calle Joaquín espín. Los dueños de propiedades en el casco antiguo tienen derechos, pero también deberes. Es, sin duda, la actuación más valiente acometida nunca antes en el recinto histórico de la ciudad”.