Continuamente, las páginas en Internet se preocupan de su posicionamiento SEO. Algunas, centradas en su contenido, han visto cómo consiguen ganar posiciones en el buscador con el paso del tiempo; pero otras, actuando de forma más hábil, consiguen escalar puestos en tan solo semanas o meses.
El secreto del éxito no existe, ya que los algoritmos de Google (destacando en este artículo este buscador por acaparar casi la totalidad de las búsquedas) cambian continuamente.
El objetivo de estos cambios es satisfacer al usuario final, haciendo que este encuentre los contenidos más afines a su búsqueda sin pensar en la repercusión que pueda tener sobre las páginas. Y es que, Google está al servicio del demandante de información y no al de los creadores de la misma.
De los links y palabras clave a las personas
Hace años que el SEO se ha considerado un arte. Conseguir enlaces a toda costa y multiplicar las palabras clave tanto como fuera posible, era una estrategia que funcionaba para conseguir un buen posicionamiento para una página. Sin embargo, la época dorada terminó para los asiduos de esta práctica. Ahora ya no nos vale conseguir enlaces en foros y directorios llenos de spam, hay que buscar el enlace calidad y una buena opción es comprar enlaces en periódicos digitales que a ojos de Google son sitios con mucha autoridad.
Google entonces decidió que debía hacer algo si quería ofrecer resultados de calidad, cambiando su mecánica para que páginas que multiplicaban palabras clave y links sin aportar información no llegaran a los primeros resultados. Es ahí donde entró Panda en 2011, pero también cambios que han ido sucediendo con anterioridad y con posterioridad. El objetivo ha sido conseguir acercar el contenido a las personas, haciendo los resultados más humanos.
Estos no significa que algunos parámetros como la url del sitio web, el título o el código de una página web hayan dejado de ser importantes. Al contrario, siguen siendo fundamentales a la hora de conseguir un buen posicionamiento, pero no son lo único que cuenta: la calidad de los contenidos es fundamental.
El papel de las redes sociales
Que las redes sociales han ganado protagonismo en los últimos años es un hecho indiscutible. Evidentemente, este no puede pasar desapercibido para un buscador teniendo en cuenta que mucha de la información “se cuece” ya en ellas. Se comparten artículos, vídeos o imágenes, se comentan y se habla de ellas. Siendo así, sería ilógico que un contenido viralizado que las recorre no apareciera en un buscador, de modo que es totalmente normal que Google haya decidido dar importancia a lo que se comparte en las redes sociales a la hora de ofrecer resultados de búsqueda.
La audiencia, el todo
A pesar de que el título y los aspectos técnicos cuenten y las redes sociales influyan, la audiencia parece haberse convertido en uno de los principales valores de posicionamiento. Una audiencia fiel, que vuelve al sitio, es garantía de contenido de calidad pero a la vez, si esta comparte el contenido en redes sociales (precisamente estas que han tomado más importancia en los buscadores), las posibilidades de éxito de un portal aumentan.
Evidentemente, la pescadilla se muerde la cola en este ámbito. A más audiencia, mayor posicionamiento, y con ello se consigue aún más audiencia, iniciando de nuevo el ciclo. Sea como sea, la clave de ello siempre será un contenido de calidad. Sin él aparecerán las penalizaciones, los visitantes que se van tan pronto como llegan y por tanto, el fracaso de la página.
Esta inteligente estrategia ha permitido que páginas sin una buena optimización técnica consigan mejorar sus resultados en los buscadores, lo que demuestra la importancia creciente de un contenido relevante. El caso no se aplica solo a los portales informativos, ni mucho menos. También las tiendas online juegan con las mismas reglas. En estos casos, añadir secciones de información o trabajar las descripciones de los productos será una buena forma de ofrecer un inteligente e interesante.