La soldadura es una de las aplicaciones laser que debido a su bajo aporte térmico permite sustituir con éxito otras técnicas de soldadura aplicadas actualmente reduciendo considerablemente la distorsión y deformación en el material en comparación con otras tecnologías así como la reducción de costes de procesos posteriores a la soldadura. Su alta precisión de trayectoria al realizarse de manera robotizada es un plus añadido para su uso
Campos de aplicación
En general cualquier sector industrial que requiera soldadura para piezas con altas exigencias en tolerancias o muy susceptibles a las deformaciones. Piezas grandes, con cordones de soldadura largos y piezas pequeñas con pequeños puntos de unión, prototipos, demostraciones y pruebas de viabilidad. Series altas (alta productividad del proceso) y medias de piezas estampadas que requieran soldadura de alta calidad son también viables
Características del proceso
La soldadura láser permite conseguir diferentes geometrías y longitudes de cordones de soldadura, tanto en continuo como por puntos. No hay contacto directo con la zona de soldadura.
Podemos aplicarla para unir diferentes materiales (bien a ellos mismos o materiales disimilares). Entre ellos cabe destacar los aceros, aceros inoxidables, aleaciones de titanio, níquel, algunas aleaciones de aluminio…
La soldadura láser permite fabricar componentes soldados a partir de materiales que por otras técnicas son difíciles de soldar (o incluso en los que no es viable la soldadura), obteniendo diferentes penetraciones en función del tipo y potencia del láser utilizado. Muchos procesos de soldadura láser con aceros no utilizan material de aporte, por lo que el relleno de la junta a soldar se hace a base del material de sus bordes. En cambio, por lo que respecta a las aleaciones de aluminio, éstas se sueldan, generalmente, con material de aportación.
