Un Orgullo LGTBIQ+ para apelar a lo que nunca debimos dejar de ser

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Bajo el lema Vuelve a usar todos los colores, el estudio Fellas diseñó y conceptualizó la campaña para la Semana del Orgullo 2023, impulsada en su tercera edición por el Ayuntamiento del Murcia y que se celebró del 19 al 24 de junio.

Una campaña con vocación de ruptura, que quiso dejar atrás los cánones clásicos para apelar a todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas, remitiéndonos a una época de nuestras vidas repleta de inocencia y verdad: la niñez.

Puede resultar polémico recurrir a la infancia para vehiculizar una campaña en defensa del Orgullo, pero, todo lo contrario, Fellas logró poner sobre la mesa el enorme valor de la mirada infantil, una mentalidad sin prejuicios que provoca una reflexión inmediata en la ciudadanía. Jamás una campaña para el Orgullo fue, paradójicamente, más adulta y menos condescendiente.

El objetivo es que “Vuelve a usar todos los colores” trascendiese como campaña publicitaria para derivar en una conversación social y generacional, apelando al hecho irrefutable de que todos tuvimos alguna vez una mirada libre de connotaciones y prejuicios, de etiquetas sociales, de que cada uno de nosotros, alguna vez, utilizamos todos los colores y formas, para dibujar nuestra realidad y que, en algún momento de nuestras vidas los fuimos perdiendo.

Desde Fellas tuvieron muy claro que era una oportunidad extraordinaria para crear una campaña con una clara vocación transversal e inclusiva, que lograse lo que nunca antes se había conseguido una campaña de estas características: construir una nueva visión del Orgullo profundamente transversal, pero sin rebajar el tono reivindicativo. “Todos, absolutamente todos, somos aquello que nos atrevemos a hacer cuando nadie nos mira, cuando somos libres, cuando somos niños. El mundo siempre es mejor si logramos recordarlo”, explica Alejandro Sánchez Valer, director creativo del estudio murciano.

El mascarón de proa de la campaña fue una pieza audiovisual en la que un grupo de niños dibujaba libremente con lápices de colores sobre un lienzo en blanco. La sencillez, la inocencia, la frescura, en otras palabras, la libertad, se sustanciaron en dibujos con centenares de colores, haciendo más real que nunca el eslogan de la campaña.

La campaña se completó con 37 mupis intervenidos uno a uno manualmente, haciendo que cada uno de ellos fuese, como no podía ser de otra manera, diferente al resto, creando así una red de mupis realmente orgánica. Además, se realizaron 3 variaciones de mupis digitales y diversas piezas para redes sociales que mantuvieron la esencia infantil y colorida. Los copies fueron realizados en colaboración con el creativo publicitario Daniel Méndez y el spot fue grabado y editado por Antonio Carreño.