Comprar un inmueble siempre se ha considerado una inversión prácticamente segura, por eso muchos españoles tienen más de una propiedad. Cuando se trata de una vivienda en la que no se reside de manera habitual, alquilar dicho inmueble permite a su propietario obtener una rentabilidad por el mismo. Por otra parte, recibir todos los meses ingresos por un alquiler, ayuda a muchas familias con los gastos de su propio hogar. Por este motivo, cada vez más personas se deciden a alquilar una de sus propiedades.
Alquilar una de tus propiedades puede ser una gran fuente de ingresos, pero también de quebraderos de cabeza. Es necesario redactar un contrato completo de alquiler que fije las condiciones, pero que también tenga en cuenta todos los posibles escenarios futuros, para así evitar problemas y cumplir con la normativa vigente.
En este artículo te explicamos por qué deberías consultar con un abogado, como los expertos que forman la plantilla de ReclamayRecupera (www.reclamayrecupera.com), si decides alquilar un inmueble.
La importancia de asesorarse legalmente al alquilar una vivienda
Alquilar un inmueble conlleva ciertos riesgos. Por todos son conocidos los problemas inherentes a esta actividad: impago de la cuota del alquiler, daños y destrozos en el interior, molestias a los vecinos, reclamaciones de todo tipo, etc. Seguro que has oído más de un caso de este tipo, lo cual habrá hecho que te pienses dos veces el alquilar tu propiedad.
Aunque no hay manera de eliminar del todo este tipo de problemas, lo que sí es posible es minimizar sus consecuencias adoptando ciertas precauciones. En concreto, deberías contar con el asesoramiento legal de un experto en los siguientes aspectos:
- Fianza: se debe reflejar en el contrato que es obligatoria, así como la cantidad de fianza que se debe pedir, cómo debe ser depositada y, si es necesario, cómo ejecutarla.
- Cláusulas: su redacción debe cumplir con la normativa legal vigente, pero también deben proteger al propietario y sus intereses.
- Requerimiento de impago: para que tenga validez judicial, el contrato debe incluir cómo se procederá en caso de que el arrendatario no cumpla con el pago.
- Reclamación de daños: de igual manera, se deben incluir cláusulas que contemplen cuándo y cómo se pedirá que el alquilado pague por los daños y destrozos que cause.
Estos son los elementos del contrato principales que suelen ser la fuente de la mayoría de los problemas en los arrendamientos. Por eso es tan importante consultar con los expertos cuando no se sabe cómo hacer un contrato de alquiler o se tienen dudas al respecto.
¿Por qué confiar en ReclamayRecupera?
Los abogados especializados en temas de arrendamientos, tienen un mayor conocimiento de los aspectos legales que conllevan, por lo que siempre podrán asesorarte a la hora de redactar el contrato de alquiler. De esta manera, podrás estar preparado para cualquier eventualidad.
Confiar en ReclamayRecupera no solo te ayuda a resolver todas las dudas antes de poner tu propiedad en alquiler. También se encargarán de proteger tus intereses y derechos cuando surjan problemas especialmente graves, como que el inquilino no te pague y se niegue a abandonar el inmueble.
En estos casos, echar al inquilino de la propiedad se convierte en todo un reto legal. Afortunadamente, los abogados de este despacho son expertos en el desahucio por impago. Este es un proceso por el cual se acude a los tribunales para exigir a los arrendatarios que no pagan el alquiler, que abandonen la vivienda.
El juicio de desahucio por impago también se llama desahucio exprés, ya que se trata de un procedimiento sumario, es decir, se ha creado para tratar que el propietario recupere la posesión del inmueble de manos del inquilino, lo más pronto posible.
Si lamentablemente te encuentras en esta situación, no dudes en contactar con ReclamayRecupera. Los especialistas se encargarán de realizar un análisis completo de la viabilidad de la demanda de desahucio por impago, te presentarán el planteamiento de la defensa de manera clara y concisa, y te darán un presupuesto sin compromiso.
