Cada corredor tiene su playlist personal, que le ayuda a entrenar mejor y a combatir el sufrimiento; por ejemplo, una de las preguntas que más le hacen a Kilian Jornet es qué música lleva en su iPod. Así, el campeón catalán declara que lleva música de REM, U2, Bruce Springsteen, Manel, Bach o Black Eyes Peas, entre otros.
Al correr es muy difícil calcular el ritmo, sobre todo en carreras como maratones o medias maratones, salidas por montaña o carreras largas por asfalto sin compañeros.
Así que además de ayudar a que las largas tiradas no sean demasiado monótonas, la música es un acompañamiento perfecto para entrenar bien. En el anterior artículo sobre cuál el el mejor momento para salir a correr, ahora te ayudamos con la mejor música para salir a correr.
Para elegir qué música es la mejor para correr, deberíamos dejar de lado toda la que sea demasiado lenta o con los ritmos poco marcados. A no ser que vayamos a correr muy despacio durante una salida realmente larga, uno de los beneficios que vamos a sacar de escuchar música en lugar del sonido de la calle es que te ayude a mantener un ritmo elevado. De manera inconsciente vamos a ajustar la cadencia de pisada a la velocidad del ritmo lo que estemos escuchando.
Qué música elegir para correr
Existen sitios web, como jog.fm o run2rhythm que te permiten descargar listas de reproducción según la velocidad a la que quieras hacer tu carrera. Así, para un ritmo rápido, de 4 minutos el kilómetro – 6 minutos y medio por milla-, escogen canciones como:
- “Imma Be” de The Black Eyes Peas
- “Creep” de Radiohead
- “Anarchy in the U K” de Megadeth
- “Angry Young Man” de Billy Joel
Que como vemos son de estilos bastante distintos. Una de las bases para escoger la música que escuchas es que te guste: si lo tuyo es la música latina o el country, esa es la música que debes poner en tu reproductor, teniendo en cuenta los BPM.
Canciones para cada ritmo al correr
Las canciones en cada ritmo para correr están clasificadas según los golpes de ritmo por minuto, -(“Beats per Minute” o BPM). Una canción de 166 BPM está asociada con una cadencia o ritmo de 5 minutos por kilómetro, 8 minutos por milla. Salvo que corramos con una técnica realmente mala, cuanto más rápido estamos corriendo, más largos son los pasos, así que para un ritmo en que andamos rápido, a una cadencia de unos 10 minutos por kilómetro, estimamos una media de 70 centímetros por paso. Cuando corremos al ritmo de 4 minutos el kilómetro, cada zancada puede llegar a ser de casi metro y medio. Como este cálculo depende mucho de la técnica de cada corredor -los mejores son más eficientes y aprovechan mejor cada zancada- y, sobre todo, de la longitud de las piernas, cada vez que adaptemos nuestro paso a un ritmo de BPM determinado en una canción tenemos que hacer el cálculo de 15 segundos arriba o abajo del tiempo que nos indica por kilómetro.
Cuando usar música para correr
La música que se adapta al ritmo que corres ayuda a mantener la motivación. Casi todas las clases colectivas de fitness utilizan música de baile o pop rápìdo y rítmico, como una de la tácticas para animar a los practicantes. Para correr debe ser igual: la música debe ser un elemento motivador: además de se rítmica, debe ayudarnos a sentirnos mejor para afrontar las salidas al correr.
Los días que toca correr series, o en salidas en las que hay que prestar mucha atención a causa del recorrido o de algún peligro, como correr de noche o con vehículos en la calzada, lo mejor será dejarse el iPod o el aparato que usemos en casa. La música ayuda a abstraerse, pero no siempre es lo que queremos cuando corremos.