Hoy en día, vivimos en un mundo globalizado en el que todas las empresas deben trabajar para expandir sus márgenes en un mercado cada vez más internacional. Es por esto que, durante los últimos años hemos visto cómo conceptos como internacionalización corporativa llenaban portadas y titulares en todo el mundo.
Con la democratización del uso de internet, muchas de las empresas que antes se veían obligadas a circunscribir su actividad a un área muy regional, hoy en día pueden ofrecer sus servicios y productos en todo el mundo, impactando en millones de posibles clientes que antes resultaban inaccesibles.
Por suerte, en la actualidad contamos con infinidad de recursos específicos, centrados en ayudar a las empresas en sus procesos de internacionalización para facilitarles el acceso a este mercado global. No obstante, este es un proceso en el que hay que tener en cuenta diferentes aspectos para que todo el desarrollo se produzca de manera progresiva y efectiva para el cumplimiento de los objetivos que se haya marcado cada compañía.
Desde la importancia de preparar a los empleados con cursos de formación de inglés para empresas, hasta la creación de una estrategia específica o el desarrollo de una nueva línea de venta a través del ecommerce, todos estos aspectos y muchos otros deben ser estudiados por las empresas para favorecer los buenos resultados en sus procesos de internacionalización.
La importancia de formar a los empleados para la internacionalización
El primer punto que cualquier empresa debería tener en cuenta a la hora de plantear su expansión internacional es que lo primero que debe cuidar es la formación de sus empleados para este cambio. Formar a los empleados para que puedan hacer frente a esta internacionalización es, probablemente, una de las claves más relevantes para conseguir el éxito.
Al fin y al cabo, si los empleados, además de realizar su trabajo con corrección y eficiencia, conocen y tienen en cuenta los diferentes cambios culturales que se pueden dar a raíz de la internacionalización, estarán aportando un valor diferencial al mercado. Este valor diferencial puede resultar decisivo a la hora de consolidar el posicionamiento de una compañía en un mercado internacional, al que en principio no debería estar adaptada, pero que puede lograrlo gracias a la formación específica de sus empleados.
Formación en idiomas
Uno de los puntos más decisivos para formar a los empleados es hacerles accesible una de las principales barreras que se dan en cualquier proceso de internacionalización: el idioma. En este sentido, se pueden ofrecer desde cursos de iniciación y progreso en inglés, hasta cursos de perfeccionamiento conversacional o de habilidades profesionales y directivas. Además, en estos cursos de formación de inglés para empresas también se trabajan competencias específicas, como las habilidades para hablar inglés en conferencias, presentaciones, reuniones o negociaciones.
Por otra parte, es preciso tener en cuenta que también es interesante formar a los empleados en los idiomas específicos de los países en los que se plantea la formación, como muestra de adaptación al nuevo medio.
Formación en protocolos de negocios
Otro de los puntos verdaderamente decisivos a la hora de planear la internacionalización de una empresa es, sin duda, el poder formar a los empleados en los diferentes protocolos de negocios que se pueden encontrar según el país donde vayan a desarrollar su actividad laboral. Para esto, hay que tener en cuenta que cada país e, incluso, cada región, pueden tener una forma concreta de actuar frente a los negocios, por lo que es necesario que los empleados estén capacitados para entenderlos y replicarlos en cualquier situación.
Así, además de demostrar un interés por la cultura a la que se accede mediante la internacionalización de la empresa, también se pueden construir puentes más sólidos que si, por ejemplo, se desconocen los protocolos de cierre de negocios en el nuevo país. Sin duda, una inversión que puede resultar crucial para el buen funcionamiento de una estrategia de internacionalización.
La transformación digital como medio para la internacionalización
Otro de los puntos esenciales que forman parte de cualquier proyecto corporativo de internacionalización es tener en cuenta la enorme transformación digital que está sufriendo el mercado global. La llegada de internet y la facilidad de acceso de la audiencia a prácticamente cualquier tienda o compañía de todo el mundo se ha convertido en una prioridad que cualquier empresa debería cuidar si quiere triunfar de manera global.
Para esto, también es sumamente importante formar a los empleados en este sentido, de manera que puedan conocer en mercado digital global con el que normalmente trabajan las empresas. Conceptos como el ecommerce, redes sociales, email marketing o posicionamiento orgánico en buscadores se han convertido en ejes centrales del desarrollo internacional de cualquier empresa.
De esta manera, aquellas empresas que inviertan en formar a sus empleados en transformación digital para la internacionalización corporativa pueden ver mejorados considerablemente sus resultados.