La importancia de los beneficios de los trabajadores en el éxito empresarial

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Hoy en día nadie puede poner en duda que la mejor manera de rendir en el trabajo es contar con unas buenas condiciones que garanticen nuestro bienestar personal y laboral. Los tiempos en que existía una marcada jerarquía empresarial en la que un jefe imponía sus condiciones a unos empleados sin voz ni voto afortunadamente van quedando atrás y cada vez se cuestiona más el viejo modelo de empresa.

En la actualidad, muchos estudios confirman que el hecho de proporcionar beneficios para el empleado tiene numerosas ventajas tanto para el propio trabajador como para la empresa en la que este presta sus servicios. El hecho de mejorar el bienestar y la satisfacción del empleado, es decir, de reforzar su experiencia en la empresa, se traduce en una mayor eficiencia que acabará mejorando la productividad de la organización y en un aumento de su capacidad de atracción y retención de talento.

VENTAJAS DE LOS BENEFICIOS DE LOS TRABAJADORES

A la hora de buscar un nuevo puesto de trabajo o de decidir permanecer en el que tenemos en lugar de buscar otro con mejores condiciones, cada vez se tienen más en cuenta aspectos como la política salarial, las oportunidades de desarrollo profesional, el ambiente laboral, el estilo de liderazgo y la flexibilidad que ofrece la compañía en relación con las circunstancias particulares del trabajador. Si una empresa no presta unas buenas condiciones que proporcionen beneficios a sus trabajadores, difícilmente podrá atraer o retener talento y conseguir el éxito comercial.

Las buenas condiciones en el trabajo solo traen ventajas. Es más, las malas condiciones laborales y el no tener beneficios en el trabajo afecta hasta tal punto nuestra calidad de vida, que es una de las principales causas de dimisiones, abandono o renuncias voluntarias al puesto de trabajo. Son tantas las horas del día que dedicamos al trabajo y tanto el tiempo que habremos pasado trabajando a lo largo de nuestra vida, que es lógico que se vuelva imprescindible intentar encontrar una empresa que nos ofrezca los mayores beneficios posibles, que no siempre están relacionados con lo económico.

En contra de lo que se podría pensar, el salario no siempre es lo más importante para el empleado, y cada vez se valoran más otras condiciones laborales. ¿Sabías que, de las cuatro razones principales de los jóvenes para cambiar de trabajo, ninguna es el sueldo? Los beneficios en el trabajo no atañen solo a las condiciones salariales, sino a cualquier condición orientada a cubrir determinadas necesidades del empleado y, en definitiva, a mejorar su satisfacción laboral y su calidad de vida.

Por estos motivos, los beneficios para los trabajadores constituyen un buen reclamo a la hora de atraer y conservar el talento en las organizaciones, convirtiéndose en recurso obligado en los departamentos de Recursos Humanos de toda empresa que tenga entre sus objetivos la generación de empleo de calidad y la búsqueda de la excelencia.

EL CAMINO MÁS CORTO HACIA LA ATRACCIÓN DE TALENTO

A pesar de que en España desde hace unos años el número de desempleados tiende a seguir aumentando, la gran mayoría de directores de recursos humanos reconoce tener problemas a la hora de reclutar talento para su compañía; siendo esta dificultad tan elevada que incluso llegan a quedarse vacantes sin cubrir.

Para poder marcar la diferencia y ser competentes, es fundamental que las empresas cuenten con una fuerza laboral versátil, dinámica y creativa que sea capaz de seguir aprendiendo y adaptarse a las nuevas necesidades que van surgiendo en estos tiempos tan cambiantes.

Los trabajadores que responden a ese perfil, que representan una fuerza tan valiosa, no pueden desarrollar plenamente sus destrezas y habilidades si no disfrutan de unos beneficios laborales óptimos que les hagan desear esos puestos de trabajo. Además, unos buenos incentivos laborales hacen que el trabajador tenga mayor motivación y adquiera un mayor compromiso con la organización, repercutiendo en su satisfacción laboral y la consecución de objetivos. Así mismo, no hay que olvidar que el hecho de proporcionar beneficios sociales a los empleados hace que mejore considerablemente la imagen de la empresa, repercutiendo positivamente en su imagen de marca.

LAS NUEVAS GENERACIONES

Desde la generación del Baby Boom (1948-1968), hasta la de los millenials (1981-1996) o la generación Z (1996-2010), cada época ha tenido un contexto particular que ha acabado por modelar unas circunstancias diferentes en el mundo laboral.

Cuanto más jóvenes son los trabajadores, más valor le suelen dar a aspectos como la flexibilidad horaria o la posibilidad de teletrabajar parte de la jornada laboral, ahora que es tecnológicamente posible.

Gran parte de los empleados que renuncian a sus trabajos lo hacen motivados por un cambio de criterio en su perspectiva de vida. Las generaciones más jóvenes no tienen como referencia principal el incentivo económico, sino su desarrollo personal. Algo que deberán tener en cuenta las empresas si quieren captar y conservar los mejores talentos para su organización.