Los padres. El mejor juguete que puede tener un niño a esta edad son su padres. En los momentos de vigilia del bebé, él estará atento a sus caras, a sus expresiones. Traten de sacar la lengua, de hacer gestos exagerados, de abrir y cerrar los ojos, o de inflar los cachetes. Toquen mucho a su bebé, acarícienlo y abrácenlo. Todo esto lo va a estimular.
Los sonidos. Otra cosa que pueden hacer los papás es cantar (o poner música), arrullar, y hablar con cariño. Esto estimula los sentidos del bebé y lo hace integrarse poco a poco a su ambiente, además le ayuda a reforzar el reconocimiento que tiene de sus voces y de la de los más cercanos. Los sonajeros u otros objetos que tengan sonidos agradables también les encantan a los más pequeños.
Móvil. Puedes conseguir un móvil que gire, que tenga luz y música. Lo puedes colgar en la cuna, y prenderlo una vez al día para alertar los sentidos de la vista y el oído del bebé.
El olfato. A esta edad los bebés están descubriendo el mundo a través de sus sentidos, uno de ellos es el olfato. Tú puedes estimularlo, exponiendo a tu hijo a diferentes tipos de olores, muy suaves. Una buena idea es entrar a la cocina y untar un pañito a la vez, con olores como el del limón, la canela, la naranja, etcétera. También puedes untar los pañitos con un perfume muy suave, o con el olor de un árbol, o de una flor. A tu bebé le encantará la experiencia.
