ESCAN, un proyecto de ayuda a mujeres y menores víctimas de violencia de género con perros

La Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social está apostando por la continuidad del proyecto ESCAN, un programa piloto en terapia asistida con perros adiestrados para víctimas de violencia de género y sus hijos. “Y lo hace a través de la renovación del convenio de colaboración con la Asociación Proyecto ESCAN, que trata de dar visibilidad a una actuación que está dando grandes resultados en al menos una veintena de mujeres desde que se puso en funcionamiento en la Región, y que confiamos llegue a más mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos”, apuntó la vicepresidenta y consejera, Isabel Franco, durante su visita a las instalaciones donde se adiestra a los canes.

La Consejería pone los recursos y herramientas necesarias para continuar con el desarrollo de este proyecto terapéutico y rehabilitador. La Dirección General de Mujer informa a las posibles usuarias para facilitarles el acceso al programa a través de los Centros de Atención Especializada (CAVI). “Hablamos de un programa de apoyo anímico y psicológico que consigue que las mujeres se sientan más protegidas por el hecho de tener a su lado un compañero que vive con ella las 24 horas del día y los 365 días al año”, explicó la consejera. Asimismo, el convenio también recoge que ESCAN se haga cargo del perro “en caso de que las mujeres entren al centro de emergencias”.

ESCAN tiene por objetivo la rehabilitación de la mujer que sufre los efectos de violencia de género. Es, por tanto, un programa terapéutico focalizado hacia supresión de las manifestaciones depresivo-ansiosas y a la recuperación de la autoestima o al desarrollo de capacidades de afrontamiento ante peligros. Asimismo cuenta con una función rehabilitadora en la vertiente social, facilitando la normalización de relaciones interpersonales y el desarrollo de sus potencialidades socio-laborales.

Los perros son especialmente seleccionados en raza, tamaño, conducta y preferencias de su futura dueña. La elección de este animal de compañía reside en sus conocidas capacidades de docilidad, fidelidad y en la facilidad para el establecimiento de un vínculo afectivo, todos ellos aspectos muy deteriorados y necesarios de recuperación.

El perro se convierte en un apoyo emocional, movilizador de conductas, figura de interrelación y gratificador del logro de superación de temores. Desde su especial capacidad de interacción con su nueva dueña, es también un elemento movilizador de aspectos positivos en un sistema familiar en el que el perro se integrará.

Desarrollo del proyecto

La terapia se desarrolla en sesiones individuales y de grupo dirigidas por una psicóloga. El adiestramiento se lleva a cabo a través del proceso de formación a la mujer, para que sea ella misma quien lo lleve a cabo.

La presencia de estos perros de apoyo emocional (a través de la socialización, la adecuada educación en obediencia y el vínculo afectivo establecido con la mujer), junto con el apoyo en la inserción sociolaboral, son las herramientas que facilitan que la mujer pueda retomar en gran medida su actividad habitual.

Fuente/CARM