El Real Murcia se aferra al empate en Elda: Etxeberria se blinda y empieza a mendigar puntos

El Real Murcia empató (1-1) ante el Eldense en el Pepico Amat en un partido que volvió a dejar la sensación de que el equipo grana juega más a no perder que a ganar. Joseba Etxeberria sorprendió —o ya no tanto— con una alineación compuesta por hasta siete defensas de inicio, un planteamiento que volvió a desnudar el miedo del técnico a la derrota y a un posible cese que cada vez sobrevuela con más fuerza Nueva Condomina.

El primer tiempo fue un monólogo del Eldense. Los locales dominaron el balón, el ritmo y las ocasiones, mientras el Real Murcia se limitaba a resistir replegado y sin apenas capacidad de enlazar tres pases seguidos. Solo Gazzaniga sostuvo al equipo con varias paradas de mérito ante Dioni, Fidel y Nacho Quintana.
Etxeberria, que pidió incluso dos revisiones de VAR por supuestos penaltis sin éxito, veía cómo su equipo apenas cruzaba el centro del campo. El 0-0 al descanso fue casi un premio.

En la reanudación, el guion apenas cambió. El Eldense abrió el marcador en el minuto 60 con un derechazo de David Ruiz, aprovechando la pasividad defensiva murcianista. Sin embargo, el Real Murcia reaccionó por inercia y, tres minutos después, logró el empate gracias a un gol que devolvía algo de aire a un equipo atascado.
Pero el empate no cambió el plan: el conjunto grana retrocedió líneas, entregó el balón y esperó el paso de los minutos. El Eldense rozó el segundo en varias ocasiones, y solo una parada milagrosa de Gazzaniga en el descuento evitó la derrota.

El tramo final fue un suplicio: sin centro del campo, con tres mediapuntas desconectados y un equipo largo, el Real Murcia sobrevivió más que compitió. El punto, visto lo visto, sabe a poco… pero también a mucho para un técnico que parece haber asumido que su supervivencia pasa por cerrar el grifo y rezar por cada empate.

La imagen preocupa: un Real Murcia que no propone, no domina y no genera, con un entrenador que se agarra al resultado como única defensa ante el creciente ruido sobre su futuro. Porque si algo dejó claro el partido en Elda es que Joseba Etxeberria ha pasado de querer ascender… a mendigar puntos para no ser cesado.