El pasado sábado, el Estadio Enrique Roca fue testigo de un emocionante duelo entre el Real Murcia y el Hércules CF que congregó a más de 23.000 aficionados. Sin embargo, lo que debía ser una fiesta deportiva dejó secuelas materiales en las instalaciones del estadio murciano.
Daños materiales tras el partido
El club grana, tras realizar una inspección posterior al encuentro, ha detectado más de 60 butacas arrancadas, rajadas o dañadas, además de dos aseos inutilizados en la zona visitante. Este comportamiento incívico, protagonizado por una minoría de aficionados, ha causado daños valorados en más de 3.000 euros. Los desperfectos, concentrados principalmente en los sectores asignados a la afición visitante, deben repararse con urgencia para garantizar que el estadio esté en condiciones óptimas para el próximo partido.
Posibles acciones legales
El Real Murcia, molesto por lo ocurrido, está evaluando la posibilidad de emprender acciones legales para reclamar los gastos ocasionados. El equipo legal del club se encuentra analizando la viabilidad de esta medida, aunque aún no se ha tomado una decisión definitiva.
Respeto entre clubes y aficiones
A pesar de los incidentes, el club murciano ha querido subrayar que estos hechos aislados no afectan la buena relación histórica entre ambas entidades ni el respeto mutuo entre sus aficiones. De hecho, durante el encuentro disputado previamente en el estadio Rico Pérez, también se produjeron algunos daños en las instalaciones alicantinas, aunque el Hércules no solicitó al Real Murcia hacerse cargo de los costos de reparación.
Fuente/Victorio de Haro Cadena SER Murcia